Paelleras bien cuidadas
10:45 Posted In Limpieza Edit This 0 Comments »Las paelleras típicas son de metal, esas de acero con las asas en verde o rojo.
La primera vez que las utilizas verás como aparecen manchas del fuego que ya nunca se volverán a quitar, pero otra cosa es mantenerlas para seguir haciendo esas paellas ricas sin que se pegue el arroz (no el socarrat o quemaíto que gusta) sino ese que te echa a perder toda la comida.
Es muy fácil, lo normal es que sirvas el arroz y te pongas de inmediato a comer con tu familia y disfrutar de este plato, en todo ese tiempo, la paella se está quedando con los restos pegados pero no pasa nada.
Cuando acabes de comer tranquilamente, la llenas de agua con unas gotas de lavavajillas, así evitaras frotarlas, porque no se debe de hacer y mucho menos con los estropajos de acero, eso es un crímen para estas paellas, no pasa lo mismo con las de hierro, que lo soportan todo.
Después de un buen rato, verás como las puedes fregar como si de un plato o vaso se tratara, con esa misma facilidad, eso es así porque al estar en remojo se desprende todo.
Lo más importante es que cuando termines de limpiarla la seques bien con un paño o papel de cocina y cuando este bien sequita, la vuelvas a frotar con papel de cocina al que habrás añadido aceite de oliva. Es importante que todo el interior y bordes de la paella queden impregnados en el aceite, que se lo tendrás que dejar. No te preocupes que eso no hará que este pegajosa ni nada de nada, sencillamente la tendrás en inmejorables condiciones.
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La primera vez que las utilizas verás como aparecen manchas del fuego que ya nunca se volverán a quitar, pero otra cosa es mantenerlas para seguir haciendo esas paellas ricas sin que se pegue el arroz (no el socarrat o quemaíto que gusta) sino ese que te echa a perder toda la comida.
Es muy fácil, lo normal es que sirvas el arroz y te pongas de inmediato a comer con tu familia y disfrutar de este plato, en todo ese tiempo, la paella se está quedando con los restos pegados pero no pasa nada.
Cuando acabes de comer tranquilamente, la llenas de agua con unas gotas de lavavajillas, así evitaras frotarlas, porque no se debe de hacer y mucho menos con los estropajos de acero, eso es un crímen para estas paellas, no pasa lo mismo con las de hierro, que lo soportan todo.
Después de un buen rato, verás como las puedes fregar como si de un plato o vaso se tratara, con esa misma facilidad, eso es así porque al estar en remojo se desprende todo.
Lo más importante es que cuando termines de limpiarla la seques bien con un paño o papel de cocina y cuando este bien sequita, la vuelvas a frotar con papel de cocina al que habrás añadido aceite de oliva. Es importante que todo el interior y bordes de la paella queden impregnados en el aceite, que se lo tendrás que dejar. No te preocupes que eso no hará que este pegajosa ni nada de nada, sencillamente la tendrás en inmejorables condiciones.
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